Reseña #29 - ¡Melisande! ¿Qué son los sueños? (Hillel Halkin)

 FICHA TÉCNICA

Título: ¡Melisande! ¿Qué son los sueños?

Título original: ¡Melisande! What are dreams?
Autor: Hillel Halkin
Año de publicación: 2012
Editorial: Libros del Asteroide
Páginas: 264
Precio: 18,95 
SINOPSIS

A finales de los años cincuenta, en Nueva York, dos chicos: Hoo y Ricky, y una chica, Mellie, se conocen mientras trabajan en la redacción de la revista literaria de su instituto. Allí forjarán una amistad que durará años y condicionará el resto de sus vidas. Décadas después, Hoo, convertido en catedrático de filosofía, rememora su relación con Ricky y con Mellie, y también el trasfondo cultural y social de la época que les tocó vivir: los coletazos del macarthismo, la liberación de los años sesenta o las protestas contra la guerra de Vietnam. Conforme avanza la historia se van revelando las razones que le han llevado a escribir el relato de esa amistad; que es, en realidad, una maravillosa carta de amor a Mellie.

En ¡Melisande! ¿Qué son los sueños? la sabia mirada de un hombre maduro sobre su vida y sobre aquello que le da sentido convierte este libro en un canto al amor y a la amistad, en una invitación al perdón. Una de las novelas de amor más extraordinarias de los últimos años que nos habla del poder de la literatura y la memoria.

OPINIÓN PERSONAL

"Una de las novelas de amor más extraordinarias de los últimos tiempos" 

Esto es lo que la editorial se atreve a gritar a los cuatro vientos en la faja que acompaña al libro. La experiencia debería haberme enseñado ya que cualquier palabra escrita por la propia editorial en este espacio publicitario debería como mínimo hacerme sospechar. Si es la crítica de otra persona, quizá sea verdad... pero de nuevo, si son palabras sin firma, está claro que dirán cualquier cosa para que compres la novela, desde "el libro del año", o peor aún, "de la década", hasta "nada será igual después de leer esta novela". 

El caso es que, por más exagerada que pueda parecer la declaración, yo me la creí. Y resultó ser verdad. Ojo, que no os quiero llevar a engaño. No es una novela romántica. Es una novela sobre el amor, y es una de las mejores que he leído yo hasta ahora, una de esas que lo presentan de una forma cruda, dolorosa y, a pesar de todo, esperanzadora. Una de esas que te deja tocada durante días y que sigues recordando mucho tiempo después de haberla leído.

El narrador es Hoo, un hombre ya maduro que nos cuenta la historia más importante de su juventud, la del tiempo que pasó con su mejor amigo, Ricky, y con la mujer a la que hace referencia el título, Melisande. Pero no pierde tiempo contándonos todo su vida (sería una novela mucho más larga) sino que se centra más en las ideas y emociones, y en aquellos sucesos que realmente definen a cada uno de estos tres personajes a lo largo de sus vidas.

Tengo que reconocer que el argumento en algunos momentos se me hizo un poco predecible. A veces me daba la impresión de que ya había leído algo muy similar, no sé bien si en contenido o en forma (quizá sea solo cosa mía, pero me sentía como si estuviera leyendo Tokio Blues, de Murakami). Pero no me importó en absoluto, porque sea la que sea la lectura a la que me recordaba, es una clase de lectura que adoro (vaya, literatura de la de verdad).

En cuanto a los personajes, aquí sí hay algo que me molestó de verdad, pero es algo que me molesta en general, no sólo en este libro. Lo queramos o no, la literatura es aún un campo principalmente masculino. Hoy en día se ve un cambio, pero aún es demasiado el peso que la literatura masculina tiene en nuestra sociedad y lo seguirá siendo por un tiempo. El caso es que son muchos los escritores que explotan demasiado ese aspecto caprichoso y ligeramente inestable que se le presupone a las mujeres, lo que muchas veces solo muestra una incapacidad de entenderlas. Es algo que sinceramente odio. Melisande a veces me ha resultado un poquito repelente, (sólo a veces: me gusta mucho el personaje) aunque los dos chicos están bastante bien construidos, y me he dado cuenta de que ha sido por el mismo motivo que muchas otras protagonistas femeninas me lo han parecido: porque no importa cuáles sean sus metas en la vida, el autor logra mostrarlas al público como si se trataran de un capricho. Las protagonistas de las novelas de Jane Austen, por ejemplo, no son así. ¿Sospechoso? Yep. 

A este autor se lo perdono por el final del libro, no sólo porque se exime de todo lo que he dicho en el párrafo anterior, sino porque nos presenta uno de los finales más sencillos y emocionantes que he leído. Son sólo un par de páginas, unas pocas líneas cargadas de más realidad y sentimientos que otras muchas novelas juntas. Uno de esos finales que a mí particularmente me encantan, que, independientemente de que terminen la novela bien o mal, dejan una sonrisa en la cara y unas cuantas lagrimillas queriendo liberarse, no solo por bonitos sino por todo el significado que le dan al libro. 

VALORACIÓN
¡Una joya!