27 de septiembre de 2014

¡Quiero ser escritor! ¿Cómo publico mi novela? Ocho claves.

 ¡Hola mis lectores!

 Después de unas laaaargas vacaciones, por fin puedo decirlo: ¡HE VUELTO!

 Como alguno ya sabe, he estado cursando el Máster de Edición de Santillana (del que escribiré una reseña no tardando mucho), y tras duras semanas de trabajo hace unos días presenté finalmente mi proyecto. Por eso es que ahora, por fin, soy libre :) Y si todo sale como debería, el próximo 10 de octubre podré gritar en voz alta que... ¡soy editora! Eso sí, creedme, encontrar trabajo como editora es casi tan difícil como publicar un libro.

 Una de las primeras cosas que recuerdo escuchar en el máster fue que nuestro trabajo sería muy duro porque en España había más escritores que lectores. Lo que podría parecer una ironía no está nada lejos de la realidad. ¿Qué es un escritor, realmente?

 Escritor es el que escribe aunque no gane un duro por ello. Al menos, ese es mi concepto. Yo empecé a hacerlo con unos doce años, y con diecinueve escribí mi primera novela completa. A algunos les sucede antes, a otros después. A día de hoy tengo claro que seguiré haciéndolo aunque nunca consiga que me publiquen. Escribo porque es lo único que verdaderamente me hace feliz hacer, porque me hace sentir realizada como persona. Vaya, porque lo necesito.

 Escritor no es el que un buen día se aburre y piensa... "¿a qué nuevo hobby puedo apuntarme? ¿Cuál está de moda?". O... "vaya, la tal J.K. Rowling es de las más ricas del mundo, igual yo también puedo pegar el pelotazo". No me malinterpretéis, es perfectamente válido y respetable que un buen día alguien descubra que le gusta escribir y lo ponga en práctica. Pero debe tener claro que, a no ser que tenga padrino/enchufe o sea tertuliano de algún programa de televisión, el camino es demasiado duro como para recorrerlo por cualquier motivo diferente a que esa sea su mayor ambición en la vida desde que tiene uso de razón. No concibo bajo ninguna circunstancia sufrir la decepción por los concursos no ganados, la tristeza por los rechazos editoriales, la desgana que produce pensar que quizá no lo conseguirás... si escribir no es lo primero que te viene a la mente cuando alguien te pregunta qué te gustaría pasar el resto de tu vida haciendo.

 Dicho todo esto el primer paso es...