¡Hola mis lectores!
Después de unas laaaargas vacaciones, por fin puedo decirlo: ¡HE VUELTO!
Como alguno ya sabe, he estado cursando el Máster de Edición de Santillana (del que escribiré una reseña no tardando mucho), y tras duras semanas de trabajo hace unos días presenté finalmente mi proyecto. Por eso es que ahora, por fin, soy libre :) Y si todo sale como debería, el próximo 10 de octubre podré gritar en voz alta que... ¡soy editora! Eso sí, creedme, encontrar trabajo como editora es casi tan difícil como publicar un libro.
Una de las primeras cosas que recuerdo escuchar en el máster fue que nuestro trabajo sería muy duro porque en España había más escritores que lectores. Lo que podría parecer una ironía no está nada lejos de la realidad. ¿Qué es un escritor, realmente?
Escritor es el que escribe aunque no gane un duro por ello. Al menos, ese es mi concepto. Yo empecé a hacerlo con unos doce años, y con diecinueve escribí mi primera novela completa. A algunos les sucede antes, a otros después. A día de hoy tengo claro que seguiré haciéndolo aunque nunca consiga que me publiquen. Escribo porque es lo único que verdaderamente me hace feliz hacer, porque me hace sentir realizada como persona. Vaya, porque lo necesito.
Escritor no es el que un buen día se aburre y piensa... "¿a qué nuevo hobby puedo apuntarme? ¿Cuál está de moda?". O... "vaya, la tal J.K. Rowling es de las más ricas del mundo, igual yo también puedo pegar el pelotazo". No me malinterpretéis, es perfectamente válido y respetable que un buen día alguien descubra que le gusta escribir y lo ponga en práctica. Pero debe tener claro que, a no ser que tenga padrino/enchufe o sea tertuliano de algún programa de televisión, el camino es demasiado duro como para recorrerlo por cualquier motivo diferente a que esa sea su mayor ambición en la vida desde que tiene uso de razón. No concibo bajo ninguna circunstancia sufrir la decepción por los concursos no ganados, la tristeza por los rechazos editoriales, la desgana que produce pensar que quizá no lo conseguirás... si escribir no es lo primero que te viene a la mente cuando alguien te pregunta qué te gustaría pasar el resto de tu vida haciendo.
Dicho todo esto el primer paso es...
1 - El acto de conciencia.
Un escritor no nace, se hace. Quizá sí se nace con talento, pero ese talento debe explotarse: por sí solo no sirve de nada. A no ser que seas un genio (y siento decirte que la estadística está en nuestra contra) lo más probable es que tu primera novela no sea lo suficientemente buena como para captar la atención de ningún editor. Mi primera novela me observa ahora mismo, enfadada, desde la estantería de mi cuarto, donde la coloqué después de que mis padres me la regalaran, tras haberla llevado a una imprenta (única vez que he llorado con un regalo). Al acabarla la envié a un concurso pensando que había escrito una obra de arte, que se convertiría en un bestseller, que harían una adaptación al cine... y el batacazo que me pegué después fue tan grande que no he vuelto a intentar nada con ella. Simplemente, no es vendible. Es bonita, a mi madre y a mi hermana les encanta (true story ;) Es mi "primera hija" y su hueco en mi corazón es sagrado. Pero ya cumplió su función.
No estoy diciendo que si estás realmente convencido de que tu primera novela merece la pena debas darte por vencido, ¡para nada! Probablemente por eso estás leyendo este post, porque quieres enterarte de cómo publicarla. Para ello debes estar convencido de una manera fría y realista de que merece la pena, de que es vendible, por muy triste que suene eso. Las editoriales no hacen sueños realidad: las editoriales venden. Y saturarlas no benefecia a nadie. Yo antes pensaba que eran crueles por ello, pero nada de eso (en una próxima entrada explicaré todo lo que hay tras una editorial). Si no lo tienes claro, envíasela a alguna persona en cuyo criterio confíes, alguien con quien no estés demasiado emocionalmente implicado, puesto que eso puede hacer que no sea objetivo. Y si no tienes a nadie, solicita un informe de lectura profesional. Sí, tienes que pagarlo, pero créeme, ahorrarás tiempo y dinero a la larga.
Por último, recuerda que no puedes paralizar ni tu mente ni tus dedos sobre el teclado. Has escrito una novela, ¡enhorabuena! Ya puedes considerarte más afortunado que buena parte de la población.
Escribe ahora la siguiente mientras le buscas un hueco a esa. Si no piensas ponerte a ello hasta que te hayan publicado la primera, entonces, my friend, esto no es lo tuyo.
Algunos pensaréis que hay que ser muy iluso para no querer sacarle provecho a uno o dos años de trabajo. No, niños, trabajo no. Felicidad. ¿Es que no estáis atendiendo?
2 - Corrige hasta la saciedad y cuida el formato y la ortotipografía.
La primera criba durante la recepción de manuscritos es prácticamente instantánea: basta con pasar los ojos por la primera hoja para tirar muchos a la basura.
No se trata de que te pases la vida borrando y reescribiendo. Reescribir está bien, no hay que tener miedo a hacerlo. Pero después de un número limitado de veces tienes que comprender que el proceso podría volverse eterno, así que es mejor no volver a cambiar algo que ya está bien dicho. Lo que debes hacer es corregir, que es distinto. Asegúrate de que no hay faltas de ortografía, ¡al menos en la primera página! De verdad que encontrar uno nada más empezar quita las ganas de seguir leyendo. Los errores ortográficos son los más importantes, pero debes prestar atención también a la gramática, a la semántica (esos pleonasmos tan típicos, tipo "subió para arriba") y sobre todo a los errores argumentales: si en la primera página el personaje lleva una camiseta, en la cuarta no puede desabotonarse la camisa por arte de magia. ¡Cuidado!
En cuanto a la ortotipografía, en Internet encontrarás miles de sitios gratuitos que explican el correcto uso de todos los símbolos. Atención sobre todo al uso de los guiones en los diálogos, que siempre generan muchísima confusión.
Y en cuanto al formato, nadie va a dejarse los ojos en un manuscrito que, de nuevo por estadística, probablemente no sea el próximo fenómeno editorial.
No quieras ser creativo justo aquí. Busca una tipografía legible, cómoda. No tiene por qué ser la clásica Times New Roman (aunque muchas editoriales lo exigen) pero intenta que no se aleje demasiado. Tamaño 12, interlineado de al menos 1,5 puntos. Nada de colorines, nada de tipografías super guays que reflejan el carácter de la historia. ¡Pónselo fácil al lector de tu manuscrito!
De nuevo, si te da pereza o no tienes tiempo para perder en todo esto, contrata a un corrector. Pero no se te ocurra enviarlo sin haberlo corregido, no conseguirás nada. Mi consejo es que busques a uno freelance y no que contrates los servicios de una editorial que te inflará el precio con otras cosas que de momento, no necesitas (ya llegaremos a la autoedición más tarde).
3 - Lleva tu obra al registro.
No es imprescindible, y no protege tu idea, sino el texto íntegro. El plagio sigue siendo posible cambiando tres o cuatro cosas. Pero algo es algo, no seamos vagos. Tienes que llevar una copia impresa y encuadernada, rellenar unos cuantos papeles, y pagar las tasas. Creo recordar que fueron como 12€. Al cabo de un mes, aproximadamente, recibirás la notificación en casa.
4 - Haz una selección de editoriales.
Enviar tu obra a diestro y siniestro es una pérdida de tiempo totalmente contraproducente. Olvídate de poner todos los emails de editoriales que encuentres en copia oculta y darle al clic. Necesitas una estrategia.
Lo primero es ponerte manos a la obra investigando catálogos editoriales. Haz una lista de aquellas que publiquen libros parecidos al tuyo. Si no hay ninguno en su catálogo similar en temática o público objetivo, ni te molestes. No merece la pena enviar tu libro a doscientas editoriales, lo que merece la pena es tratar de convencer a las diez o veinte que quizá sí podrían interesarse. ¿Para qué quieres más rechazos?
Una vez tengas localizadas las editoriales que sí publican libros como el tuyo, asegúrate también de saber en qué colección encajaría, o si la editorial es grande, en qué sello.
5 - Envíales exactamente lo que te pidan.
En las páginas web de la mayoría de editoriales te darán instrucciones precisas de lo que tienes que hacer. Algunas querrán todo el manuscrito, otras solo unos cuantos capítulos. La mayoría te pedirá una sinopsis y una biografía tuya. Y lo más importante, te lo pidan o no, debes intentar convencerles. Redacta una carta explicando brevemente de qué va tu libro, a cuáles se parece, qué aporta al mercado, por qué se venderá, quién lo comprará. Deja muy claro el público objetivo y los motivos por los que ese es el momento de arriesgar por una obra así. Si no eres capaz de redactar la carta, esa novela no va a publicarse. Aquí vuelve a ser muy importante el informe de lectura. Uno decente incluiría toda esa información.
Mi consejo es que prepares todo lo que necesites antes de ponerte a enviar. Algunas te pedirán que lo envíes por correo postal, pero el proceso es el mismo (en este caso gastarás dinero, así que asegúrate más que nunca de que lo envías a una editorial que se molestará en leerlo). Cuando lo tengas, redacta un email plantilla que después deberías personalizar: escribe siempre en él el nombre de la editorial a la que te diriges y explica quién eres y lo que les propones haciendo un resumen de la carta de presentación, pero recuerda que quizá podrías cambiar algunas cosas dependiendo de la editorial. Como he dicho más arriba, todas deberían publicar libros parecidos al que tú has escrito, pero puede haber matices.
Por ejemplo, si te diriges a una editorial de público principalmente femenino, di que tu novela le encantará a ese público. Pero si es una editorial de todo tipo de público, a lo mejor te pones la soga al cuello al decir algo así, así que di que podría ser para todo tipo de público y que ellos decidan. No se trata de mentir, sino, de nuevo, de convencer, al fin y al cabo todo es relativo en cuanto a gustos se refiere.
Por lo que más quieras, basa tus argumentos en ideas comerciales, en datos concretos de por qué vender ese libro les va a resultar beneficioso. Jamás, jamás les digas algo como "creo que es muy bonito... mi sueño ha sido siempre publicar...Me haríais tan feliz". Eso lo piensas tú, ¡pero no lo digas! Volvemos al tema de que las editoriales son negocios, no máquinas de hacer sueños. El editor es el reflejo del comprador que va a la librería. Muy pocos son los que se pasarán por la sección más literaria y arriesgarán su dinero en una novela relativamente desconocida de una editorial pequeña. La mayoría se irá a la torre del último best-seller de turno, el que más brille, el que más abulte, del que más se hable en redes sociales: difícilmente comprará un libro de un autor que no conoce. La idea es no arriesgar, ¿no? Entonces, ¿por qué culpar a un editor de hacer exactamente lo mismo que nosotros hacemos cada vez que pisamos una librería? Sobre todo teniendo en cuenta que nosotros arriesgamos 20 euros, y ellos, el negocio al que han dedicado su vida.
6 - TEN PACIENCIA
Sí, lo siento, esta es la parte más dura. La de esperar meses para que un buen día un email aparezca en tu bandeja de entrada, haga que tu corazón palpite un poquito más rápido, lo abras y de una manera muy amable te digan que no les interesas. A mí una vez me rechazaron por no tener más de treinta años. Me quedé de piedra.
Os cuento una anécdota: una amiga del máster hizo prácticas en una conocidísima editorial de carácter comercial. Nos envió una foto de algo que estaba haciendo en ese momento y nos contó que la habían puesto a leer manuscritos. De lo poquito que se veía de su ordenador, leí la palabra "marzo" y le dije: "vaya, no está tan mal, estás leyendo manuscritos enviados hace tres meses".
A lo que ella me respondió: "no, amiga. Marzo 2013". Y para terminar, me dijo que en la historia de esa editorial solo se había publicado UN LIBRO de entre los cientos de manuscritos no solicitados.
Así que, cargaos de paciencia y pensad que el no ya lo tenéis.
7 - Las agencias
No esperéis a tener todos los rechazos de las editoriales para intentarlo con las agencias. El proceso es en esencia el mismo. Algunas de las agencias más importantes no admiten manuscritos no solicitados, pero las pequeñas por lo general sí, así que, ¿por qué no intentarlo? De nuevo, ¡véndete! Si el agente cree que tu novela puede venderse bien, trabajará duro para lograr publicarla, ya que de todo lo que cobres se quedará con un 15%. Conseguir agente es dar un paso de gigante en este negocio.
8 - Las alternativas: concursos y autopublicación
Esta entrada se ha alargado ya demasiado, así que hablaré de este punto en una entrada nueva, principalmente porque tengo mucho que decir sobre el tema.
Hasta aquí mis consejos de escritora y editora en ciernes. ¡Espero que os sirvan de ayuda! Si estáis verdaderamente convencidos de que es lo vuestro y si persistís en ello sin descanso, tarde o temprano, sucederá.
Después de unas laaaargas vacaciones, por fin puedo decirlo: ¡HE VUELTO!
Como alguno ya sabe, he estado cursando el Máster de Edición de Santillana (del que escribiré una reseña no tardando mucho), y tras duras semanas de trabajo hace unos días presenté finalmente mi proyecto. Por eso es que ahora, por fin, soy libre :) Y si todo sale como debería, el próximo 10 de octubre podré gritar en voz alta que... ¡soy editora! Eso sí, creedme, encontrar trabajo como editora es casi tan difícil como publicar un libro.
Una de las primeras cosas que recuerdo escuchar en el máster fue que nuestro trabajo sería muy duro porque en España había más escritores que lectores. Lo que podría parecer una ironía no está nada lejos de la realidad. ¿Qué es un escritor, realmente?
Escritor es el que escribe aunque no gane un duro por ello. Al menos, ese es mi concepto. Yo empecé a hacerlo con unos doce años, y con diecinueve escribí mi primera novela completa. A algunos les sucede antes, a otros después. A día de hoy tengo claro que seguiré haciéndolo aunque nunca consiga que me publiquen. Escribo porque es lo único que verdaderamente me hace feliz hacer, porque me hace sentir realizada como persona. Vaya, porque lo necesito.
Escritor no es el que un buen día se aburre y piensa... "¿a qué nuevo hobby puedo apuntarme? ¿Cuál está de moda?". O... "vaya, la tal J.K. Rowling es de las más ricas del mundo, igual yo también puedo pegar el pelotazo". No me malinterpretéis, es perfectamente válido y respetable que un buen día alguien descubra que le gusta escribir y lo ponga en práctica. Pero debe tener claro que, a no ser que tenga padrino/enchufe o sea tertuliano de algún programa de televisión, el camino es demasiado duro como para recorrerlo por cualquier motivo diferente a que esa sea su mayor ambición en la vida desde que tiene uso de razón. No concibo bajo ninguna circunstancia sufrir la decepción por los concursos no ganados, la tristeza por los rechazos editoriales, la desgana que produce pensar que quizá no lo conseguirás... si escribir no es lo primero que te viene a la mente cuando alguien te pregunta qué te gustaría pasar el resto de tu vida haciendo.
Dicho todo esto el primer paso es...
1 - El acto de conciencia.
Un escritor no nace, se hace. Quizá sí se nace con talento, pero ese talento debe explotarse: por sí solo no sirve de nada. A no ser que seas un genio (y siento decirte que la estadística está en nuestra contra) lo más probable es que tu primera novela no sea lo suficientemente buena como para captar la atención de ningún editor. Mi primera novela me observa ahora mismo, enfadada, desde la estantería de mi cuarto, donde la coloqué después de que mis padres me la regalaran, tras haberla llevado a una imprenta (única vez que he llorado con un regalo). Al acabarla la envié a un concurso pensando que había escrito una obra de arte, que se convertiría en un bestseller, que harían una adaptación al cine... y el batacazo que me pegué después fue tan grande que no he vuelto a intentar nada con ella. Simplemente, no es vendible. Es bonita, a mi madre y a mi hermana les encanta (true story ;) Es mi "primera hija" y su hueco en mi corazón es sagrado. Pero ya cumplió su función.
No estoy diciendo que si estás realmente convencido de que tu primera novela merece la pena debas darte por vencido, ¡para nada! Probablemente por eso estás leyendo este post, porque quieres enterarte de cómo publicarla. Para ello debes estar convencido de una manera fría y realista de que merece la pena, de que es vendible, por muy triste que suene eso. Las editoriales no hacen sueños realidad: las editoriales venden. Y saturarlas no benefecia a nadie. Yo antes pensaba que eran crueles por ello, pero nada de eso (en una próxima entrada explicaré todo lo que hay tras una editorial). Si no lo tienes claro, envíasela a alguna persona en cuyo criterio confíes, alguien con quien no estés demasiado emocionalmente implicado, puesto que eso puede hacer que no sea objetivo. Y si no tienes a nadie, solicita un informe de lectura profesional. Sí, tienes que pagarlo, pero créeme, ahorrarás tiempo y dinero a la larga.
Por último, recuerda que no puedes paralizar ni tu mente ni tus dedos sobre el teclado. Has escrito una novela, ¡enhorabuena! Ya puedes considerarte más afortunado que buena parte de la población.
Escribe ahora la siguiente mientras le buscas un hueco a esa. Si no piensas ponerte a ello hasta que te hayan publicado la primera, entonces, my friend, esto no es lo tuyo.
Algunos pensaréis que hay que ser muy iluso para no querer sacarle provecho a uno o dos años de trabajo. No, niños, trabajo no. Felicidad. ¿Es que no estáis atendiendo?
2 - Corrige hasta la saciedad y cuida el formato y la ortotipografía.
La primera criba durante la recepción de manuscritos es prácticamente instantánea: basta con pasar los ojos por la primera hoja para tirar muchos a la basura.
No se trata de que te pases la vida borrando y reescribiendo. Reescribir está bien, no hay que tener miedo a hacerlo. Pero después de un número limitado de veces tienes que comprender que el proceso podría volverse eterno, así que es mejor no volver a cambiar algo que ya está bien dicho. Lo que debes hacer es corregir, que es distinto. Asegúrate de que no hay faltas de ortografía, ¡al menos en la primera página! De verdad que encontrar uno nada más empezar quita las ganas de seguir leyendo. Los errores ortográficos son los más importantes, pero debes prestar atención también a la gramática, a la semántica (esos pleonasmos tan típicos, tipo "subió para arriba") y sobre todo a los errores argumentales: si en la primera página el personaje lleva una camiseta, en la cuarta no puede desabotonarse la camisa por arte de magia. ¡Cuidado!
En cuanto a la ortotipografía, en Internet encontrarás miles de sitios gratuitos que explican el correcto uso de todos los símbolos. Atención sobre todo al uso de los guiones en los diálogos, que siempre generan muchísima confusión.
Y en cuanto al formato, nadie va a dejarse los ojos en un manuscrito que, de nuevo por estadística, probablemente no sea el próximo fenómeno editorial.
No quieras ser creativo justo aquí. Busca una tipografía legible, cómoda. No tiene por qué ser la clásica Times New Roman (aunque muchas editoriales lo exigen) pero intenta que no se aleje demasiado. Tamaño 12, interlineado de al menos 1,5 puntos. Nada de colorines, nada de tipografías super guays que reflejan el carácter de la historia. ¡Pónselo fácil al lector de tu manuscrito!
De nuevo, si te da pereza o no tienes tiempo para perder en todo esto, contrata a un corrector. Pero no se te ocurra enviarlo sin haberlo corregido, no conseguirás nada. Mi consejo es que busques a uno freelance y no que contrates los servicios de una editorial que te inflará el precio con otras cosas que de momento, no necesitas (ya llegaremos a la autoedición más tarde).
3 - Lleva tu obra al registro.
No es imprescindible, y no protege tu idea, sino el texto íntegro. El plagio sigue siendo posible cambiando tres o cuatro cosas. Pero algo es algo, no seamos vagos. Tienes que llevar una copia impresa y encuadernada, rellenar unos cuantos papeles, y pagar las tasas. Creo recordar que fueron como 12€. Al cabo de un mes, aproximadamente, recibirás la notificación en casa.
4 - Haz una selección de editoriales.
Enviar tu obra a diestro y siniestro es una pérdida de tiempo totalmente contraproducente. Olvídate de poner todos los emails de editoriales que encuentres en copia oculta y darle al clic. Necesitas una estrategia.
Lo primero es ponerte manos a la obra investigando catálogos editoriales. Haz una lista de aquellas que publiquen libros parecidos al tuyo. Si no hay ninguno en su catálogo similar en temática o público objetivo, ni te molestes. No merece la pena enviar tu libro a doscientas editoriales, lo que merece la pena es tratar de convencer a las diez o veinte que quizá sí podrían interesarse. ¿Para qué quieres más rechazos?
Una vez tengas localizadas las editoriales que sí publican libros como el tuyo, asegúrate también de saber en qué colección encajaría, o si la editorial es grande, en qué sello.
5 - Envíales exactamente lo que te pidan.
En las páginas web de la mayoría de editoriales te darán instrucciones precisas de lo que tienes que hacer. Algunas querrán todo el manuscrito, otras solo unos cuantos capítulos. La mayoría te pedirá una sinopsis y una biografía tuya. Y lo más importante, te lo pidan o no, debes intentar convencerles. Redacta una carta explicando brevemente de qué va tu libro, a cuáles se parece, qué aporta al mercado, por qué se venderá, quién lo comprará. Deja muy claro el público objetivo y los motivos por los que ese es el momento de arriesgar por una obra así. Si no eres capaz de redactar la carta, esa novela no va a publicarse. Aquí vuelve a ser muy importante el informe de lectura. Uno decente incluiría toda esa información.
Mi consejo es que prepares todo lo que necesites antes de ponerte a enviar. Algunas te pedirán que lo envíes por correo postal, pero el proceso es el mismo (en este caso gastarás dinero, así que asegúrate más que nunca de que lo envías a una editorial que se molestará en leerlo). Cuando lo tengas, redacta un email plantilla que después deberías personalizar: escribe siempre en él el nombre de la editorial a la que te diriges y explica quién eres y lo que les propones haciendo un resumen de la carta de presentación, pero recuerda que quizá podrías cambiar algunas cosas dependiendo de la editorial. Como he dicho más arriba, todas deberían publicar libros parecidos al que tú has escrito, pero puede haber matices.
Por ejemplo, si te diriges a una editorial de público principalmente femenino, di que tu novela le encantará a ese público. Pero si es una editorial de todo tipo de público, a lo mejor te pones la soga al cuello al decir algo así, así que di que podría ser para todo tipo de público y que ellos decidan. No se trata de mentir, sino, de nuevo, de convencer, al fin y al cabo todo es relativo en cuanto a gustos se refiere.
Por lo que más quieras, basa tus argumentos en ideas comerciales, en datos concretos de por qué vender ese libro les va a resultar beneficioso. Jamás, jamás les digas algo como "creo que es muy bonito... mi sueño ha sido siempre publicar...Me haríais tan feliz". Eso lo piensas tú, ¡pero no lo digas! Volvemos al tema de que las editoriales son negocios, no máquinas de hacer sueños. El editor es el reflejo del comprador que va a la librería. Muy pocos son los que se pasarán por la sección más literaria y arriesgarán su dinero en una novela relativamente desconocida de una editorial pequeña. La mayoría se irá a la torre del último best-seller de turno, el que más brille, el que más abulte, del que más se hable en redes sociales: difícilmente comprará un libro de un autor que no conoce. La idea es no arriesgar, ¿no? Entonces, ¿por qué culpar a un editor de hacer exactamente lo mismo que nosotros hacemos cada vez que pisamos una librería? Sobre todo teniendo en cuenta que nosotros arriesgamos 20 euros, y ellos, el negocio al que han dedicado su vida.
6 - TEN PACIENCIA
Sí, lo siento, esta es la parte más dura. La de esperar meses para que un buen día un email aparezca en tu bandeja de entrada, haga que tu corazón palpite un poquito más rápido, lo abras y de una manera muy amable te digan que no les interesas. A mí una vez me rechazaron por no tener más de treinta años. Me quedé de piedra.
Os cuento una anécdota: una amiga del máster hizo prácticas en una conocidísima editorial de carácter comercial. Nos envió una foto de algo que estaba haciendo en ese momento y nos contó que la habían puesto a leer manuscritos. De lo poquito que se veía de su ordenador, leí la palabra "marzo" y le dije: "vaya, no está tan mal, estás leyendo manuscritos enviados hace tres meses".
A lo que ella me respondió: "no, amiga. Marzo 2013". Y para terminar, me dijo que en la historia de esa editorial solo se había publicado UN LIBRO de entre los cientos de manuscritos no solicitados.
Así que, cargaos de paciencia y pensad que el no ya lo tenéis.
7 - Las agencias
No esperéis a tener todos los rechazos de las editoriales para intentarlo con las agencias. El proceso es en esencia el mismo. Algunas de las agencias más importantes no admiten manuscritos no solicitados, pero las pequeñas por lo general sí, así que, ¿por qué no intentarlo? De nuevo, ¡véndete! Si el agente cree que tu novela puede venderse bien, trabajará duro para lograr publicarla, ya que de todo lo que cobres se quedará con un 15%. Conseguir agente es dar un paso de gigante en este negocio.
8 - Las alternativas: concursos y autopublicación
Esta entrada se ha alargado ya demasiado, así que hablaré de este punto en una entrada nueva, principalmente porque tengo mucho que decir sobre el tema.
Hasta aquí mis consejos de escritora y editora en ciernes. ¡Espero que os sirvan de ayuda! Si estáis verdaderamente convencidos de que es lo vuestro y si persistís en ello sin descanso, tarde o temprano, sucederá.
Gracias por la información, no sabes cuantas preguntas me has respondido. Ahora lo tengo todo más claro. Enserio muchas gracias.
ResponderEliminarUn beso ^_^
Muchas gracias por los consejos!! <3
ResponderEliminarMuy buena entrada y grandes consejos... Gracias¡¡¡
ResponderEliminarMuchas gracias por la información, la verdad es que había cosas que no sabía y siempre es interesante leer sobre estos temas.
ResponderEliminar¡Saludos!
Me ha parecido una entrada de lo mas interesante y eso que lo de escribir se me da fatal pero conociendo el mundillo editorial un poco desde fuera esto que cuentas es de lo mas ilustrativo. Espero poder leer pronto el ultimo punto en todo su desarrollo.
ResponderEliminarSaludos
¡Trabajo de editor! vaya envidia, ¡qué guay! me alegro un montón por tí. y me ha encantado la entrada, realmente sirve de ayuda. ¡muchas gracias y un beso!
ResponderEliminarhttp://blogdeliteraturajuvenil.blogspot.com/
Gracias por los consejos, aunque sí, de normal se debe ser lector, porque así se toma vocabulario y nuevas expresiones
ResponderEliminarun beso
Felicidades porque ya eres editora :) Los consejos, buenísimos :) Besos
ResponderEliminarHola! gracias por estos consejos, son muy utiles,besos
ResponderEliminarEsta buenísima toda la info, y justo me viene de 10!
ResponderEliminargracias
¡Hola! Aunque me encanta escribir, no tengo talento y no creo que llegue nunca a escribir una novela. Aún así, esta entrada es muy útil para los que sí quieran dedicarse a ello por lo que gracias por compartirla :D
ResponderEliminarUn saludo,
Inma
Hola!!
ResponderEliminarCreo que todos aquello que somos fanáticos de la lectura hemos deseado alguna vez poder escribir algo propio y quizás se cumpla algún día. Por eso se agradecen mucho estas claves ya que cualquier ayuda sirve cuando uno recién comienza.
Saludos y que estés super =D