Reseña #24 - El amor en los tiempos del cólera

  Más que una reseña, pretendo que esto sea un pequeño homenaje desde mi rincón al genio de la literatura que nos abandonó hace unos días. Suelo mostrarme siempre muy contraria a este tipo de cosas, y no deja de molestarme que el libro más vendido de Amazon haya sido Cien años de soledad, como si por haber muerto García Márquez sea ahora mejor escritor de lo que era antes. Por supuesto, me encanta que sea esto lo que se esté leyendo ahora, pero me entristece que los artistas (y digo artistas en general porque ocurre en todos los ámbitos) sean reconocidos al morir. Por suerte ese no era el caso de "Gabo".

  Hace muchísimo tiempo que quiero leer Cien años de soledad, y aún no lo he hecho primero porque me surgen miles de lecturas y le doy prioridad siempre a los autores que aún no conozco (mal hecho cuando se trata de genios García Márquez) y también porque quería encontrar una edición muy bonita y solo encontraba la de Debolsillo. Seguro que la editorial que tenga los derechos ha puesto ya en marcha una edición preciosa para todas sus novelas, así que podré leerlo este mismo verano. Mientras tanto, puedo hablaros de otro de sus grandes libros, que leí hace ya un tiempo y que me encantó.

Pero primero, os cuento un poquito más del autor. Gabriel García Márquez nació en Aracataca, Colombia, en 1928, y dicho pueblo se convertiría más tarde en el ficticio Macondo, pueblo que describió en su obra. Estudió derecho y periodismo, y era quizá esta última su gran pasión junto con la escritura. Publicó su primera novela a los veintisiete y sus escritos estaban ya para entonces llenos de fantasía (sí babies, la fantasía no la inventó J.K.Rowling por mucho que la respete a ella también). Cien años de soledad, su obra cumbre, llegaría a publicarse en 1967 por una editorial argetina. Un dato curioso: la obra estuvo durante meses en la mesa de Carlos Barral, de la editorial Seix Barral de Barcelona. Según se cuenta, Carlos se olvidó de que la tenía y ni siquiera la leyó, tuvo que decirle a Márquez para salir del paso que la había leído y que pensaba que no era buena, que no debía publicarla. Fue una de esas grandes anécdotas del mundo de la edición que pasan a la historia, y una especialmente dolorosa, ya que la obra lleva más de 30 millones de copias vendidas (habría sido el mayor éxito de la industria editorial española). En 1982 García Márquez recibió el merecido Nobel de literatura. El jueves 17 de este mes pasaba en su casa de México, donde pasó más de la mitad de su vida. El amor en los tiempos del cólera, a pesar de no ser su obra más conocida, sí es la que más le gustaba a él, la que quería que pasara a la posteridad: se trata de novela basada en la historia de amor de sus propios padres. 

FICHA TÉCNICA

Título: El amor en los tiempos del cólera

Autor: Gabriel García Márquez

Año de publicación: 1985

SINOPSIS

De jóvenes, Florentino Ariza y Fermina Daza se enamoran apasionadamente, pero Fermina eventualmente decide casarse con un médico rico y de muy buena familia. Florentino está anonadado, pero es un romántico. Su carrera en los negocios florece, y aunque sostiene 622 pequeños romances, su corazón todavía pertenece a Fermina. Cuando al fin el esposo de ella muere, Florentino acude al funeral con toda intención. A los cincuenta años, nueve meses y cuatro días de haberle profesado amor a Fermina, lo hará una vez más.

Con sagacidad humorística y depurado estilo, García Márquez traza la historia excepcional de un amor que no ha sido correspondido por medio siglo. Aunque nunca parece estar propiamente contenido, el amor fluye a través de la novela de mil maneras –alegre, melancólico, enriquecedor, siempre sorprendente-.

OPINIÓN PERSONAL

Hace mucho tiempo que leí esta novela y por tanto no puedo hacer una crítica muy precisa del argumento, aunque... ¿qué importa el argumento en obras como esta? La mayoría de los lectores de este blog son lectores de literatura juvenil, romántica... y por tanto creo que esta novela se les haría a unos difícil, a otros larga, a otros incluso aburrida. Abráis por donde abráis la novela os vais a encontrar con narración pura y dura, narración llena de descripción, dividida en seis largos capítulos. Los diálogos son tan escasos que lectores acostumbrados a la literatura comercial actual pueden llegar a pensar que se trata de un ensayo sobre el amor, en lugar de una novela. Por tanto a los que no estéis preparados para algo así os recomiendo que la dejéis para más adelante, para cuando las lecturas de la mesa de novedades se os queden pequeñas (momento que llegará tarde o temprano, believe me).

 Sin embargo, a los que sí os atreváis a salir de la espiral de novedades, ciencia ficción, erótica, y en general todo esa literatura pensada para enganchar y entretener (a la que yo misma le dedico hoy por hoy la mayor parte de mi tiempo) os OBLIGO aconsejo que empecéis por este libro, para aprender lo que es la literatura de verdad, la que se lleva los premios Nobel, la que no necesita darle constantes vueltas de tuerca al argumento para emocionar sino que puede hacerlo solo a través de sus palabras. Porque eso es la literatura, babies, PALABRAS. Y pocos las utilizan como García Márquez. La belleza de sus palabras te atrapa y te impide escapar, y así acompañas al pobre de Florentino Ariza a lo largo de los años. 

Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches.

  -Toda la vida -dijo.

A pesar de lo que digo, el libro obviamente tiene un argumento y además uno capaz de emocionar al más escéptico. Cuenta una historia de amor como pocas, una de esas que pasan a la eternidad, una historia sobre un amor que te persigue más allá de los años, de las décadas. Es un imprescindible que todo el mundo debería leer alguna vez en su vida, si no para comprender el amor, al menos sí para conocer la literatura. 

VALORACIÓN

 No puedo valorar ni al libro ni a García Márquez. Solo soñar con ser alguna vez la décima parte de lo que fue él como escritor. Se nos ha ido, pero su literatura se quedará siempre con nosotros, y perdurará incluso cuando los que leemos esto nos hayamos ido también. Adiós, Gabo.