Ocho apellidos vascos

A riesgo de parecer exagerada, diré que Ocho apellidos vascos es una de las películas que más me ha hecho reír en la vida. Creo que no me reía tanto desde que con trece años vi Scary Movie (sí, en esa época me reía por todo). También es cierto que quizá debería ver más cine de comedia: suelo confiar más en las series para este género.

En cualquier caso, hace no mucho vi Resacón 3 y no me reí tanto ni de lejos. Por eso, cuando fui a ver "8 apellidos" el primer fin de semana -aún no se sabía el exitazo que iba a ser- pensé al salir del cine en la rabia que me daba que una americanada sin gracia -vale, no es el caso de Resacón, reconozco que me encantan-, tuviera más éxito en nuestro país que una película NUESTRA (y nunca mejor dicho). Así que me sentí no solo aliviada sino incluso feliz cuando vi lo que todos estamos viendo: la enorme acogida que ha tenido.

Vale que tiene sus altibajos y vale que cae en algún que otro cliché y que el final no me convenció para nada (creo que los últimos cinco minutos no eran necesarios) pero da igual, es un peliculón. Los actores están que se salen y creo que ahí es donde radica su valor, en sus protagonistas (especialmente en mi querido, adorado y deseado Dani Rovira). Y aparte del desternillante trabajo de los cuatro, a mí me ha encantado el tema. Los españoles somos expertos en reírnos de nosotros mismos: ¿por qué renegar de ello? (¡Para algo que hacemos bien! XD) Además, el País Vasco es un lugar con magia y que experimentamos todos a través de la película: esa es otra de las cosas que me ha encantado, no solo Dani viaja en la película. Todos nos hemos ido de viaje con él.

Mi escena favorita es sin lugar a dudas la del contenedor: ya llevaba rato riéndome, pero ahí

empecé a hacerlo como una descosida y no pude parar hasta el final. De verdad que no hay momento en toda la película en la que esta decaiga (con excepción del final, repito que creo que ya no hacía ni falta).

No me extiendo más, solo quiero avisaros de que si aún no habéis ido... ¡ya estáis tardando! :)

Pd. No soy defensora acérrima del cine español. Considero que las cosas hay que hacerlas bien siempre, que no hay que refugiarse nunca en excusas y que la autocrítica ayuda más que el autobombo y ese complejo de inferioridad que tienen algunos en plan "si no te gusta mi cine me voy a un rincón y lloro, y te insulto por ser comercial e irte solo a lo que viene de fuera". No señores, no. No es así la cosa. En el cine español hay muchas genialidades y también mucha basura. Y cuando se hacen bien las cosas, se nota: el público responde, como ha pasado con esta película y con otras muchas más.

VALORACIÓN
Imprescindible :D