Reseña - Querido Diego, te abraza Quiela

 FICHA TÉCNICA

Título: Querido Diego, te abraza Quiela

Autor: Elena Poniatoska

Editorial: Impedimenta

Año de publicación: 2014 (Original en 1978)

Páginas: 96

Precio: 14,96€

SINOPSIS

Octubre de 1921. Angelina Beloff, pintora rusa exiliada en París, envía una carta tras otra a su amado Diego Rivera, su compañero desde hace diez años, que la ha dejado abandonada y se ha marchado a México sin ella. Angelina, a quien Diego se dirige con el diminutivo de Quiela, fue la primera esposa del muralista mexicano y una excelente pintora, eclipsada por el genio de su marido. Su relación, marcada por la pobreza y por la tiranía de Rivera, fue tormentosa, y la adoración de Quiela, incondicional. Brutal, ególatra, irresistible, Rivera se nos dibuja como un monstruo que hace su voluntad en el arte y el amor. «Ella me dio todo lo que una mujer puede dar a un hombre», diría Rivera. «En cambio, recibió de mí todo el dolor en el corazón y la miseria que un hombre puede causarle a una mujer.»

Elena Poniatowska, Premio Cervantes 2013, firma en Querido Diego, te abraza Quiela uno de los más conmovedores, delicados y brutales testimonios de amor y dependencia jamás escritos. Una nouvelle rescatada por Impedimenta en edición especial. SOBRE LA AUTORA: Elena Poniatowska nació en París en 1932. Hija del príncipe Jean Evremont Poniatowski Sperry y de Paula Amor de Ferreira Iturbe, es heredera del título de princesa de Polonia por ser descendiente del rey Estanislao II, último monarca del país. En 1941 llegó a México con su madre huyendo de la segunda guerra mundial...sigue aquí.

OPINIÓN  PERSONAL

  Lo que os traigo hoy no es simplemente una reseña, sino también la presentación de una editorial de la que nunca antes había hablado en el blog y que quizá algunos de vosotros no conozcáis. Se trata de Impedimenta, una editorial que trabaja por recuperar grandes novelas olvidadas por la mayor parte de editoriales debido a una brutal competencia que obliga a los libros a ser novedad durante apenas unas semanas y acabar después abandonados. La máxima de esta editorial no es la venta inmediata siguiendo modas, sino la apuesta por la calidad, tanto literaria como de la edición en sí. Cuando se os presente la oportunidad de tener uno de sus libros en las manos, sabréis de qué hablo cuando me refiero a la edición. Para que os hagáis una pequeña idea, os enseño un par de fotos del libro.

Como veis, la imagen de la cubierta es la misma que la de la parte frontal de la camisa, solo que extendida, y es muy agradable al tacto, no plastificado como suele ser últimamente sino más bien como cartulina que imita casi una tela. El diseño de portada (formato, fuentes, colores...) que se repite en toda su colección con la excepción de la imagen de cada libro, es precioso y muy elegante. Y la imagen casi siempre es un dibujo o un óleo. Independientemente del contenido, a mi gusto no hay actualmente ninguna editorial que mime tanto el aspecto externo de los libros. Es cierto que esto tiene una repercusión en el precio, pero por mi parte no tengo ningún inconveniente en pagar algún eurillo más para tener estas preciosidades de libros en mis estanterías.

Como veis, el diseño interior no se queda corto, y además trae un marcapáginas igual que la propia portada, solo que más pequeñín. Eso no lo había visto nunca antes (sí había visto muchos marcapáginas publicitarios, por supuesto, pero no que vinieran dentro del libro para que lo uses durante su lectura, y además como si fuera el mismo libro pero en pequeño).
En fin, creo que ya he dejado claro mi amor por el libro como objeto :) Paso ahora a hablaros de la novela en sí. Para empezar, debo deciros que se trata de una novela muy corta, que me leí en poco más de una hora. Por eso sería más adecuado quizá llamarla nouvelle. Además, se trata de un relato epistolar, es decir, que lo que encontramos en su interior son cartas, firmadas siempre con un "Tu Quiela", nombre con quien el Diego de la novela se refería a la pintora rusa Angelina Beloff. Y ese Diego no es otro que el pinto mexicano Diego Rivera, por lo que como veis la novela contiene algunos elementos realistas sin llegar a ser biografía, de hecho, tras su publicación despertó bastantes críticas: por un lado las de algunos mexicanos ofendidos por cómo se presenta el personaje de Diego (a pesar de no aparecer en todo el libro): como un hombre casi despótico y nada preocupado por la mujer que deja atrás; por otro lado ha habido críticas por parte de grupos feministas que ven en la pintora rusa la figura de la mujer dependiente que no es nada si no tiene cerca a su hombre.
 Por mi parte debo decir que el libro me ha dejado un sabor agridulce. Su lectura me ha gustado muchísimo, cómo no hacerlo si se trata de una novela escrita con un estilo desgarrador y tierno al mismo tiempo, muy elaborado y cuidado, muy literario. Sobre todo eso: la clase de libro que te recuerda la belleza de las palabras, independientemente de lo que te cuenten. Ha sido una lectura exquisita, en resumidas cuentas.
 Pero por otro lado, a pesar de lo mucho que he disfrutado con el cómo, no me ha sucedido lo mismo con el qué. Se me ha hecho demasiado corta, y me da la impresión de haber recorrido un camino para llegar a ninguna parte. No me ha gustado la obsesión de Quiela con Diego, un Diego a quien ella parece importarle nada en absoluto. No me ha gustado su falta de decisión, su eterna melancolía y queja constante. Me he quedado con ganas de más, algo más que los lamentos de una mujer, a pesar de que esos lamentos haya sido escritos de una manera tan bella. Estoy segura de que una relectura dentro de un tiempo me ayudará a completar la sensación que me quedó cuando lo terminé y a disfrutar mucho más de sus hermosas palabras porque entonces ya sabré a qué atenerme. Por supuesto, os recomiendo que la leáis: ha sido un sentimiento muy personal que no tiene por qué ocurrirle a todo el mundo. Es una lectura exquisita, como ya he dicho, y sería una pena no disfrutarla simplemente por la sensación negativa que se te pueda quedar al final (como si fuera la primera o la última que te puede dejar un vacío).

Para terminar, quería comentaros que tuve el placer de conocer a Enrique Redel, director de la editorial, cuando este nos hizo una visita a la clase del Máster hace un par de meses. Su manera de hablar me dejó claro que ponía una pasión y cuidado en su trabajo que después se refleja en el resultado: ojalá todos los editores estuvieran a su nivel y compartiesen sus opiniones sobre la literatura y sobre los aspectos que un editor debe cuidar, porque estoy segura que entonces el mercado marcharía mucho mejor. Le mando un saludo desde aquí :)-

VALORACIÓN
Basándome solo en el texto tengo que darle cuatro estrellas por ese sabor agridulce que me ha dejado, pero la edición es tan, tan buena, que me quedo con ganas de ponerle una más, que conste.