Crónica de una lectura abandonada anunciada

  Ciento setenta y una páginas. Es todo lo que he podido leer. 

FICHA TÉCNICA

Título: Cincuenta sombras de Grey
Título original: Fifty Shades of Grey
Autor: E.L. James
Editorial: Grijalbo
Año de publicación: 2012
Páginas: 541
Precio: 17,95€

SINOPSIS

  Cuando la estudiante de Literatura Anastasia Steele recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y también muy intimidante. La inexperta e inocente Ana intenta olvidarle, pero pronto comprende cuánto le desea. Cuando la pareja por fin inicia una apasionada relación, Ana se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Grey, al tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos..

OPINIÓN  PERSONAL

  Si os sentís ofendidas, no voy a pediros perdón, porque hasta cierto punto esa es mi intención. De verdad que no puedo creerlo. No puedo.


Pero claro, es que si Ed..., perdón, Christian se quita la camisa... Uau, vaya tableta de chocolate tiene. Uau. Madre mía, la parte más oscura e inexplorada de mi ser siente electricidad, y la Diosa que llevo dentro baila el Gangam Style. Uau, uau, uau. Espera: uau (¿lo había dicho ya?) Me miro los dedos avergonzada. Y claro, como yo soy mucho mejor que el prototipo de la mujer, a saber blanca, mojigata, estúpida, patosa, virgen a los veintiuno, jamás me había depilado antes (de ahí lo de virgen) y no salgo de mi coleta de niña, mis pantalones vaqueros anchos y mis converse con calcetines, era normal que Ed... digo Christian, perdiera la cabeza por mí. Uau. Eso os pasa a todas por zorras, por darle un motivo a los hombres para ser machistas, por poneros ropa ajustada, escotes y pintaros los labios. Hay que ser feminista a tope como yo... La Sumisa... Y así, un día, un tío bueno millonario os querrá pervertir de mil maneras diferentes, un tío bueno millonario al que permito que me someta porque es mi fantasía sexual y ya hacía tiempo que mi cuerpo me venía pidiendo marcha, pero eso sí, al que no le permito que me compre ropa a pesar de ser millonario. No vaya a ser que me robe mi integridad e independencia femeninas. Y os pervertirá de maneras que ni siquiera imaginabais antes (bueno esa soy yo, perdón, que jamás he tenido un miembro masculino en las manos, y a pesar de eso la chupo que da gusto desde el primer día. Sin arcadas) Uau, Madre mía. Qué bueno está. Dios mío. Madre mía. Uau. ¿Se me ha olvidado decir que mi hombre me salva de todo, al estilo Superman? Sí, nenas. Me sujeta el pelo mientras vomito, me recoge cuando me caigo de rodillas al entrar en su oficina (aunque después volverá a ponerme de rodillas) y me salva de conductores de bicicleta locos. ¿Qué peligro, verdad? No como a mi análoga Bella, a quien tan sólo una banda de vampiros asesinos querían matar.

Hasta aquí la burla. Entremos en materia. 

Está MAL ESCRITO. MAL MAL MAL MAL MAL MAL. Hasta mis redacciones de primero de la E.S.O tenían más belleza literaria. La mujer no sabe juntar más de tres sintagmas seguidos y darles coherencia, un telegrama del Inspector Gadget tiene una sintaxis más elaborada.  Las primeras páginas son bochornosas. En serio, antes de caerte en la oficina de un tío millonario, cuéntanos algo más de ti, aparte de que no te puedes arreglar el pelo. Para sentir empatía por tí primero necesito conocerte, saber quién eres, como piensas. Y claro, es que la tal E.L. James "de niña, soñaba con escribir historias que cautivaran a sus lectores, pero postergó sus sueños para dedicarse a la familia y a su carrera". No señora, no funciona así. Yo de niña también soñaba con escribir, y ¿sabes lo que hice? Escribir. El escritor de verdad, el que lo lleva dentro, no puede huir de la escritura ni aunque se lo proponga. Es como respirar, solo que a intervalos más largos. Así que partimos de la base de que no te considero escritora. No puedo. 

  Bien, no tenemos escritor. ¿Qué pasa con la editora? ¿Dónde demonios está y por qué no ha hecho su trabajo? Ya sé que esta novela salió de un fanfic de Crepúsculo, pero una cosa es un fanfic, y otra cosa es un libro que vas a poner a la venta. Y teniendo en cuenta que en EEUU la figura del editor es casi la de un segundo escritor, alguien que decide casi tanto (a veces más) que el autor... ¿no podía disimular un poco el parecido con Crepus? ¿No podía teñirle el pelo al tal Christian, o situarlo en una región del mundo diferente al Washington de EEUU (solteras y divorciadas del mundo, volad para allá inmediatamente para pillar cacho) o hacer que su protagonista no fuera pobre y necesitara trabajar para costearse los estudios, o que no fuera demasiado pálida, demasiado delgada, demasiado desaliñada, torpe... (linea prácticamente PLAGIADA de Luna Nueva) o que precisamente no le chiflaran los clásicos de la literatura Inglesa (¡que en EEUU también hay literatura muy buena señoras! No precisamente esta, claro) o que el chico no fuera perfecto en todo, o que no tuviera una familia casualmente hecha a partir de hijos adoptados... etc, etc, etc? Es que lo siento, pero tanta similitud complicaba muchísimo la lectura. Es difícil no perder el hilo cuando suspiras de indignación cada diez o doce líneas. Porque a pesar de todo, a pesar de tener ya demasiadas lecturas a mis espaldas desde que leí la saga que le dio vida a esta y haber madurado demasiado como para no darme cuenta de sus flaquezas y de su poca calidad, Crepúsculo le da mil vueltas a esto. No hay punto de comparación, es mil veces mejor tanto desde un punto de vista puramente técnico como literario. Los personajes tienen alma en Crepúsculo, creo que jamás superaré mi amor adolescente por Edward, para mí Grey no le llega ni a los tobillos. Aún recuerdo lo bien que lo pasé leyéndolo a mis 17 años (y 18, y 19), para qué negarlo. Pero este libro... es que no me ha hecho sentir nada. Bueno, sí. Me ha hecho sentir lo mismo que si me meto a una página web porno y me pongo a ver un vídeo, de esos en los que sólo la meten y que prácticamente no tiene guión. Pero la verdad es que eso es algo que prefiero sentir en compañía, no sé si me entendéis. 

Lo que sí hemos tenido ha sido una asombrosa campaña de márketing, las portadas y el títulos son buenísimos, para qué negarlo. Promete muchísimo más de lo que da [por cierto que en inglés el título expresa mucho más. "Shade" puede aplicarse a los tonos de color, así que estaríamos hablando de cincuenta tonos distintos de gris, ni blanco ni negro. Y como gris viene a ser Grey, el prota, lo que tenemos es un título advirtiéndonos de que hay cincuenta Greys diferentes, cincuenta hombres en uno sólo] Y la campaña ha sido tan grande que me siento hasta decepcionada, ya que hace tiempo, cuando no tenía ni idea de qué se trataba el asunto, me atraían bastante los gigantescos y misteriosos carteles del metro. Pensaba que quizá se tratara de otra saga de las que enganchan, una lectura rápida, atrayente, fácil (de eso no cabe duda), algo que me revolucionara durante unos cuantos meses, cosa que empezaba a echar de menos. Pero no, aquí no hay nada de eso, al menos yo no lo he sentido. Ni siquiera para engancharme de manera barata me ha servido el libro, así que sí, me siento decepcionada, no porque esperara grandes milagros, sino porque el libro ni siquiera ha llenado mi simple y fácil expectativa de tenerme entretenida de verdad. Y lo triste es que la idea no está tan mal, quizá podría haber logrado engancharme de haber sido desarrollado de manera más profesional. Pero es que lo que hay dentro de ese libro es un insulto, no hay nada de profesionalidad, es un libro totalmente amateur (interesante juego de palabras). No lo pillo, no entiendo de dónde sale tanta locura. ¿Se debe a que de pronto las mujeres han descubierto unas y admitido públicamente otras que les gusta el porno? No lo sé. Pero claro, tampoco entiendo a quien ve Gran Hermano o Sálvame y esas cosas, y resulta que son millones. Así que quizá el bicho raro sea yo.

  No estoy criticando la literatura erótica, ojo. Pero es que por lo que dicen las entendidas (podéis comprobarlo en decenas de blogs) al fin y al cabo este libro no es gran cosa en cuanto a literatura erótica. Ni tampoco en cuanto al sado del que hace gala. Vamos, que hay miles de libros que calientan más que este. Y por otro lado, lo que pasa es que necesito que haya chicha detrás, y este libro está vacío, al menos de momento, ya se que después se pone interesante, que el tal Grey tiene un historia muy oscura detrás... bla bla bla. Vale, os prometo que intentaré terminarlo. Pero hasta entonces, hacedme el favor de leer Forastera, de Diana Gabaldon. Ahí tenéis erotismo de calidad. Es más, durante esta semana voy a escribir una entrada sobre dicha saga. O si lo que queréis es un Christian misterioso, sensible pero que oculte una parte de sí mismo, que os haga suspirar... Christian así no hay más que uno, y ese es Kirtash, MDI. Puedo entender que mujeres de cierta edad que hacía eones no leían nada hayan disfrutado de lo lindo con este libro, seguramente les hace mucha falta airear esos lugares oscuros e inexplorados de los que tanto se habla en él. Pero chicas jóvenes del mundo, hay millones de cosas mejores que esta para leer. Y si lo que os mola de este libro es el sexo, entonces echaos novio. No leáis libros porno en casa de los que ralentizan vuestro cerebro y queman neuronas y luego os hagáis las estrechas en la calle. Y si lo que os gusta es el romance... id a una biblioteca y buscad en la sección latinoamericana. Travesuras de la niña mala, de Vargas Llosa. O El amor en los tiempos del cólera, de García Márquez. Y así, al menos, ejercitáis y alimentáis vuestro cerebro, que es un órgano al que debéis tratar bien para que no se muera, o se duerma, que al cabo es lo mismo. 

Estoy indignada. Podría seguir escribiendo unos cuantos días más, pero creo que la idea fundamental ya la he expresado, ¿no? Lo he intentado, ¡os lo juro! Había pensado en abandonarlo en las primeras treinta páginas, pero quería continuar leyendo para entrar en la parte erótica, esa que os tiene revolucionada a todas. Quizá no me ha gustado porque me parece repugnante la idea de que una mujer necesite o se deje castigar físicamente por un hombre. En una sociedad liberada donde ambos fueran tratados iguales y donde tal cosa no traspasase los límites del sexo, sería totalmente genial. Pero en un mundo donde todos deberíamos poner nuestro granito de arena, ya que tal equilibrio aún no existe, me parece que escribir un libro así no tiene ninguna gracia. A mí no me la hace, desde luego. Si E.L. James sueña con que su marido la castigue físicamente, quizá debería darse un paseíto por ciertos países donde sólo por escribir algo así le harían todo tipo de torturas, de esas que a ella le gustan. Ale, ya me he desahogado, aunque sigo un poco enfadada con el mundo. 

pd. Uau.
pd2. Me quedo con el título. La estrellita que le doy va íntegramente al título.

VALORACIÓN