24 de agosto de 2016

#unañosinropa

Me encanta la ropa. Me gusta mucho la moda, veo youtubers de moda, paseo por tiendas con relativa frecuencia y aunque nunca he gastado grandes cantidades de dinero en ella (porque no lo tengo) sí me he hecho a lo largo de los años con un armario más o menos significativo.


Imagen de www.foxbuy.es


Es precisamente la lástima de mirar ese armario, esas prendas poco amortizadas, que me encantó comprar en su momento pero que en muchos casos no lucí lo suficiente, lo que puso el germen de la idea que vengo a contaros en mi cabeza.

Como os decía, hace no mucho pensé en lo maravilloso que sería sacar toda esa ropa del armario y utilizarla sin cesar hasta convertirla en harapos, hasta que no me quedara más remedio que tirarla y comprar más, esta vez sí por necesidad. En su momento me pareció una idea cuanto poco romántica y que además satisfacía bastante a mi otro yo: el que se avergonzaba un poquito de que algo tan "banal" como la moda me resultara tan atractivo. El que comprar un pantalón nuevo o ir especialmente atractiva a una fiesta me hicieran tan feliz.

28 de julio de 2016

INSTAGRAM

Siempre me han gustado las cosas bonitas. Mi hermana, tres años menor que yo y algo menos cursi, se mofa de mí bastante a menudo hablando en diminutivo, supuestamente imitándome (todo suena más bonito en diminutivo, ¿verdad? Y algo más bobo también).

Tengo la increíble y asombrosa capacidad de no enterarme nunca de nada y llegar tarde a todos los fenómenos sociales, e Instagram no iba a ser la excepción. Cuando se puso de moda decidí ignorarlo deliberadamente porque pensé que bastante tenía con Facebook y que no me interesaba ser bombardeada con más selfies de mis amigas. También pensé que ya era suficiente con las probablemente tres horas diarias que le dedico a Twitter, que sí me encanta.

Y entonces alguien en mi TL se puso a hablar de MeandOrla y mi vida cambió (bueno, quizá no tanto como eso, pero al menos sí mi concepción sobre Instagram). Entré en la cuenta de esta desconocida que desde Reino Unido logró emocionarme con la sutil belleza de sus fotografías y descubrí un mundo nuevo y apasionante al alcance de mi mano. Fue amor a primera vista.

Captura de la cuenta de Instagram @me_and_orla

Al principio me contenté con disfrutar de la maravilla que había descubierto, después comencé a seguir otras cuentas (aunque ninguna me ha enamorado tanto como esta) y al final decidí abrir la mía. No aspiro a llegar a la belleza y la delicadeza de MeandOrla, pero al menos lo intento. No suelo hacerme fotos a mí misma porque, para mí, la grandeza de Instagram reside en el hecho de que la protagonista no soy yo, sino la fotografía.

¿Qué pensáis vosotros? ¿Utilizáis Instagram igual que Facebook? ¿O como yo, lo habéis convertido en vuestra aplicación de "cosas bonitas"?

A todo esto, podéis seguirme en mi cuenta si queréis y dejarme la vuestra en los comentarios :) Y si sabéis de más cuentas mágicas, como la de MeandOrla, me encantará que me las recomendéis.

¡Hasta pronto!





3 de junio de 2016

Queridos autores españoles:

Antes de nada, quiero decir que la entrada anterior se ha convertido en una de las más vistas desde que comencé con el blog. Gracias :) Muy pronto podré dar noticias sobre lo que sucederá con la editorial y con los autores, pero hasta entonces, hoy vengo a hablaros de otro tema.




...perdonadme. Tengo doscientos cuarenta y seis libros en mi habitación. Solo he contado los de mi habitación (en el salón hay más) por eso de ser prácticos. ¿Adivináis cuántos de esos libros ha sido escrito por uno de vosotros? 

....Cuarenta y cinco. El 18%.

Extranjeros 201 - 45 Nacionales

La cifra aumenta a cincuenta y seis si tenemos en cuenta también a los latinoamericanos, pero sigue siendo irrisoria. Si quito los de Laura Gallego y Carlos Ruiz Zafón, mi colección de autores nacionales se queda en una gota minúscula en el mar de libros que ocupa una pared de mi habitación.

26 de mayo de 2016

Palabras difíciles de escribir

Me cuesta mucho escribir esta entrada. Muchísimo. Pero llevo días evitándolo, y siento que necesito hacer o decir algo para que el cúmulo de sentimientos que tengo atascado empiece a moverse. Hacia donde sea, pero a moverse.

 Hace apenas trece días, Lucía (@LuGlez96) preguntó al Twitter oficial de la editorial 2deLetras quién sería el nuevo autor al que la editorial llevaría al festival Celsius de este año.




Ese día, 13 de Mayo, la respuesta fue "En breve damos el nombre". Pero ese "en breve" no llegó nunca, porque al día siguiente, 14 de mayo, el responsable de redes sociales de la editorial, motor de esta misma y propietario de la marca, Manel Salmerón, a quien muchos tuvisteis el placer de conocer el año pasado en el mismo Celsius o en cualquiera de las presentaciones o eventos de la editorial, falleció.

Manel nos dejó de forma inesperada y fueron varios los corazones y muchos los sueños que se rompieron esa misma noche.

Muchos sabíais que hace más o menos un año yo empecé a trabajar con la editorial. Lo que no sabíais es que un año antes de eso ya les había enviado el manuscrito de mi segunda novela. Lo que tampoco sabíais, y Manel nunca pudo llegar a desvelar, es que eran esa novela y yo como su escritora quienes íbamos a ser presentadas en el Celsius este año.

Respondo yo ahora a tu pregunta, Lucía, ya que Manel ya no puede hacerlo: yo soy la persona que este verano iba al festival Celsius con mi novela Karel, primera parte de una trilogía de ciencia-ficción, que iba a ser publicada por la editorial 2deLetras. Un sueño que se truncó de la manera más amarga y desoladora que uno puede imaginar.

Me duele mi sueño truncado, que se me ha escapado cuando ya estaba rozándolo con la punta de los dedos después de años persiguiéndolo. Me duele que Manel no pueda ver el producto de estos meses de trabajo y esfuerzo. Me duele el dolor de Verónica, también editora en 2deLetras y pareja de Manel. Han pasado casi dos semanas y aún me cuesta asimilar que él ya no está.

No puedo decir nada sobre lo que pasará a partir de ahora con la editorial ni con los libros: de momento, la persona indicada está valorando las opciones y sabe que cuenta con todo mi apoyo y que estaré a su lado decida lo que decida.

Nada será igual, por supuesto, porque Manel ya no estará con nosotras. Pero si seguimos adelante, habrá una parte de él en cada uno de los libros. Fue uno de los momentos más amargos de toda mi vida, y por partida doble, pero sé que Karel tendrá su oportunidad, tarde o temprano. No ha sucedido como creí que iba a suceder, pero sucederá de otra forma. Así que no me despido de ese sueño que rocé hace tan solo unos días. Ya sabemos que la clave para alcanzar un sueño, para tener éxito con ese sueño, es haber probado el fracaso antes. No, no me despido de Karel, ni de la literatura, ni de la edición.

Me despido de ti, Manel. Gracias por esas largas conversaciones al teléfono, por tu tiempo, por tu esfuerzo, por tu ilusión y por tus ganas. Gracias por todo lo que me enseñaste durante los meses que trabajé contigo y por haber creído en mí. Nada de ello habrá sido en vano.


12 de abril de 2016

Cómo llegar a ser editor

Es una pregunta que me han hecho más de una vez y que no es tan fácil de responder como podría parecer. ¿Cómo he llegado yo a ser editora? A pesar de ser una industria con un peso importante en el PIB español, ser editor no es un trabajo del que se hable habitualmente en las clases de la ESO. Sí, se habla mucho de informática, de enfermería, ingeniería o traducción, pero son pocos los alumnos que lanzan la pregunta ¿Qué hay que estudiar para ser editor?, y menos aún, los profesores que saben responderla. Sin embargo, se trata de un trabajo vocacional que tarde o temprano acaba golpeando al que ha nacido para los libros.

A día de hoy, para ser editor no existe un grado universitario como tal en nuestro país, y lo cierto es que me sorprende, porque material hay de sobra para llenar los cuatro años de aprendizaje. Sin embargo, se le sigue tratando como a un "oficio" a la antigua, en el cual uno empieza como aprendiz, si tiene suerte de colocarse bajo el amparo de un maestro, y conseguir vivir de él (como de la escritura) se convierte a veces en un sueño. No soy ni la primera ni la última que piensa que el negocio editorial necesita un buen lavado de cara, pero no quiero dedicarle la entrada a ese tema, sino a las posibilidades que tiene hoy el chico o la chica de diecisiete años que sale del instituto para entrar en la universidad y piensa: "Yo quiero ser editora, ¿qué tengo que hacer?".

29 de marzo de 2016

Viajando: la Escocia de Outlander

¡Hola a todos!

Espero que vuestra vuelta de las vacaciones esté siendo lo más llevadera posible... pienso que para lograrlo el truco es rodearse de lo que a uno le gusta, ¿no creéis? Y la literatura y las series suelen tener un papel fundamental en estos casos. Como ya os he contado alguna vez, soy fan de la saga Outlander (Forastera para los que la conocíamos antes de la serie) y por suerte su segunda temporada vuelve dentro de muy poquito, así que he pensado en escribir esta entrada para ir abriendo boca :) 

El año pasado estuve en Reino Unido unos cuantos meses, principalmente en Escocia. No es que fuera allí con la intención de hacer un Tour de Outlander (que por cierto, los hay y son carísimos), pero durante los tres meses que estuve, tuve la oportunidad de visitar y recorrer muchos de los lugares que aparecen en las novelas y algunos de los escenarios que se utilizaron para rodar la primera temporada de la serie. Como fan de Forastera y amante de las tierras en las que la historia sucede, me fue imposible no emocionarme cada vez que pisaba uno de estos lugares, y más difícil aún es no hacerlo mientras recorres las Highlands al tiempo que alguien te cuenta la triste historia de los clanes y el intento fallido de independencia a manos del Bonnie Prince Charlie.

9 de marzo de 2016

COMING BACK

¡Hola a todos!

Han pasado seis meses desde la última vez que publiqué una entrada en el blog. Me da vergüencita, la verdad, pero NO voy a mentiros, no baby

En los últimos tiempos, publicar en el blog se había convertido más en una obligación que en algo que verdaderamente disfrutara, y eso se nota en la poca cantidad de entradas de los últimos meses en los que aún venía por aquí.

¿El motivo? Ni más ni menos que una terrible, poderosa, imposible-de-ignorar falta de inspiración en lo que a ser blogger se refiere. Después de cuatro años, quinientos seguidores y cincuenta mil visitas... Aún no sabía qué significaba este blog para mí.

No siento esa falta en otros aspectos de mi vida, sin embargo. Inspiración para escribir es lo que me ha sobrado en los últimos meses: entre abril y diciembre de 2015 escribí la tercera y última parte de una trilogía que, crucemos los dedos, es más que posible que vea la luz y se publique (ya os daré más detalles al respecto). Desde diciembre no he dejado de corregirla (empezando por el primer libro, también os hablaré en el futuro de los beneficios de dejar reposar una novela durante años si hace falta) y también he empezado otra novela que llevaba tiempo en el tintero y que escribiré durante este año 2016: será la quinta que escriba.

¿Por qué os cuento todo esto? Porque, evidentemente, ese torrente de creatividad en lo que a la ficción se refiere hace que pase muchas horas a la semana escribiendo. Por otro lado, mi trabajo como editora también me obliga a dedicarle muchas otras horas a corregir, leer, reescribir, repasar, maquetar... Y al final, todo lo que hago implica estar frente al ordenador el día entero. ¿Cuántas ganas quedan después para acudir a la blogosfera, teniendo también en cuenta esa falta de inspiración respecto a lo que este blog significa para mí?

Ya os lo digo yo: ninguna.

Pero lo cierto es que creo haber encontrado el camino de vuelta a mi relación con Blogger, y este pasa por empezar a admitir la realidad, a confiar en mí misma y darle a cada cosa su lugar.

De nada sirve empecinarse en algo que no me funciona: devorar libros (en la mayor parte, las mismas novedades siempre), escribir reseñas sin parar que a veces son casi iguales en muchos los blogs, comentar a otros todos los días y hacerse con seguidores constantemente... Para mí tenía mucho sentido en 2012 y 2013, pero ahora ni puedo, ni es lo que me interesa. Es muy probable que a algunos sí os funcione y os apasione, y os lo respeto, porque implica una entrega que merece ese respeto, pero dado mi trabajo y mi vida como escritora, a mí ya me es imposible.

Pero no pasa nada :) He hecho las paces conmigo misma y me he preguntado qué quiero realmente de este sitio.

Y lo que quiero es un sitio mucho más personal, en el que habrá reseñas, por supuesto, pero más que hablar de otros, predominará hablar de lo que yo sé y puedo contar, es decir: del mundo de la edición, la escritura y la literatura desde una perspectiva mucho más amplia que la de las reseñas. Espero de corazón que todo lo nuevo que traigo para contaros os interese, aunque solo sea a unos cuantos.

Será, once and for all, mi rincón. Un blog de escritora y de editora. 
Sin obligaciones, sin agenda y sin tapujos.

En definitiva: he vuelto, y eso me hace feliz.

Nos leemos :)